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"Mit der Dummheit kämpfen Götter selbst vergebens."

"Contra la estupidez, hasta los propios dioses luchan en vano."


Friedrich Schiller


martes, 7 de diciembre de 2010

Great News from Utopía

He aquí un "susedido" del cual he sido informado por fuentes de ninguna solvencia.
Ahí van las líneas generales de los hechos como creo que no han pasado.

Hará cosa de un mes, cierto sindicato utópico (de Utopía, claro) decidió echarle un pulso al gobierno del país, Nación que le llaman ellos.  En secreto comenzaron los preparativos para el choque, una colisión peor que el choque de cien trenes. Con él esperaban poner contra las cuerdas al citado gobierno y arrastrar a la opinión pública, dejando ver que el gobierno no tenía fuelle popular, ya estando sin fuelle político ni económico.

En secreto prepararon el asunto, y en secreto se reunieron con las hordas de la oposición, quienes vieron en este enfrentamiento una oportunidad de oro para rendir por fin al odiado gobierno. Prometieron apoyo sin fin, solidaridad, amor y lo que hizo falta, con tal de que esto siguiera adelante.

Pero he aquí que el secreto no era tan secreto y las andanzas de nuestro tierno sindicato, que quizá no era tan monolítico como ellos  creían, llegó a oídos del Gran Visir. O fueron quizá los muchachos del Gran Visir los que oyeron lo que no debían, o vaya Usted a saber qué. Resultando, el Gran Visir supo en todo momento lo que se cocía y decidió dar un par de guantazos en todos los morros a oposición y sindicato, recuperando con ello un poco el prestigio perdido por inacción o peor acción durante las largas noches de crisis que asolaba y aún continúa asolando el país.

Y así ha sido, el gobierno activa leyes militares, ataca desde sus medios a los miembros del sindicato acusándoles de insolidarios con el pobre pueblo doliente por la crisis, saca los trapos sucios de la reuniones de la oposición con el sindicato y asume el papel de defensor de la justicia y justifica el daño causado a las buenas gentes del país y a su imagen en la ignorancia de los hechos hasta que estos ocurrieron.

El jefe del gobierno respira con el balón de oxigeno recibido, y el Gran Visir se frota las manos, cerrando aún más sus ojillos cochineros, y pensando que todo ha salido a pedir de boca y nadie conoce su implicación en todo este despropósito.

Pena que el cínico sabe latín, poco, conoce a los perros del barrio, a casi todos, y que todo esto ha pasado en Utopía, un país tan lejano, tan lejano, que solo lo pudo entrever Tomas Moro y eso porque era un santo.


"E si non e vero...e ben trovato" 

Amén



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