Reflexión para después de un Aberri Eguna

He dejado pasar unos días, no quiero que me apliquen la legislación democrática que usan estas buenas gentes.

Leo, oigo, al Besugoiti, al Pacolopez, al Gran Visir,  a todos estos demócratas, por mis cojones, piar sobre justicia, para ellos, libertad, para ellos, democracia, para ellos. Veo lo que hacen con Bildu, lo que querían hacer con Troitiño, ondo ibili jauna!. Y pienso, luego escucho a Johny Cash y os dejo una de sus canciones.

A buen entendedor, poco más. O como decía aquel, "como se que te gusta el arroz con leche, por debajo la puerta te paso un ladrillo".

Amén

El perro/





Y oí, por así decirlo, el ruido del trueno: Una de las cuatro bestias diciendo: "Venid y ved". Y vi, vi un caballo blanco.
Hay un hombre dando vueltas y tomando nombres. Y decide a quién libra y a quién culpa. Todo el mundo no será tratado de igual modo. Habrá una escalera de oro, que baja. Cuando el hombre vuelva.

Los pelos del brazo se erizarán. Terror en cada sorbo y en cada apoyo. Participarás de esa última copa que ofrece, o desaparecerás en la tierra del alfarero. Cuando el hombre vuelva.

Escucha las trompetas, oye los gaiteros. Cien millones de ángeles cantando. Multitudes están marchando al tambor de la gran caldera. Voces llamando, voces llorando ". Algunos están naciendo algunos están muriendo. Llega el Reino del  Alfa y el Omega.

Y el torbellino está en el árbol de espinas. Las vírgenes están recortando sus mechas. El torbellino se encuentra en el árbol de espinas. Es difícil  dar coces contra el aguijón.

Hasta el Armagedón, no Shalam, no Shalom. A continuación, la gallina llamará a sus pollos a casa. Los sabios se inclinan ante el trono. Y a sus pies van a emitir su corona de oro. Cuando el hombre vuelva.

El que es injusto, sea injusto todavía. El que es justo, practique la justicia todavía. El que es inmundo, sea inmundo todavía. Escucha las palabras de largo por escrito, Cuando el hombre vuelva.

Escucha las trompetas, oye los gaiteros. Cien millones de ángeles cantando. Multitudes están marchando al tambor de la gran caldera.  Voces llamando, voces llorando ". Algunos nacen otros están muriendo. Llega el Reino del  Alfa y el Omega.

Y el torbellino está en el árbol de espinas. Las vírgenes están recortando sus mechas. El torbellino se encuentra en el árbol de espinas. Es difícil  dar coces contra el aguijón.

En quintales de medida y peniques. Cuando el hombre vuelva.

Y oí una voz en medio de las cuatro bestias, Y miré, y he aquí: un caballo pálido. Y su hombre, que estaba sentado sobre él, era Muerte. Y el Infierno le seguía.