Diz el señor fiscal, que la actuación de la Txarraina y el departamento de interior, en la tramitación del caso Cabacas (caso no, a-se-si-na-to) ha sido ejemplar. Pues vale.
Diz Erne y demás sindicatos policiales, que pobres de sus colegas, que que mal lo están pasando y que a ver si les van a dejar con el culo al aire. Pues vale.
Va a resultar que el Iñigo este era un cabrón que se puso delante de la pelota para amargar la vida a un pobre miembro de los cuerpos y fuerzas de la seguridad del estado.
Resumiendo, que entre corporativismo y espíritu de cuerpo hay tanta distancia como entre gobierno y decencia, o entre madero/fiscal e inteligencia.
resumiendo,
inteligentes no serán, pero listos, listos … más que la madre que los parió.
PD. si lo del suicidio parece fuerte siempre nos quedará, como París, el toro que mató a Manolete. Total al bicho lo mismo le da cuatro que cuarenta.
El perro asesino (no muerde pero mira con una mala leche…)/
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